Ignorar o evitar las situaciones difíciles, por miedo, en lugar de enfrentarlas y buscar soluciones es de las peores cosas que puedes hacer. Esta negación es un mecanismo de defensa peligroso que impide reconocer y abordar los problemas encubiertos.
Si quieres mejorar tu vida y tu forma de ser, es importante reconocer los problemas y no negarlos. Negarse a ver lo que está mal, lo que no funciona y te hace daño, solo te hace te hace más daño.
Identificar, aceptar y reconocer lo que pasa es clave para poder solucionar, arreglar y seguir adelante.
Que te confirmen que has cogido el sarampión, que sufres de gastroenteritis, que tienes una gripe o una neumonía no suele ser interpretado como un juicio de valor, o como algo que va en contra de tu persona.
Que te digan que padeces de obsesión, hipercontrol, ansiedad, pánico, fobia, depresión, ira, indiferencia, dependencia, o incluso, envidia y celos no DEBE ser tomado como algo personal.
En ambos casos, se trata de síntomas que te apartan de tu equilibrio y estabilidad, unos pertenecen al mundo orgánico y otros al mundo de la psique.
ERES CUERPO Y ERES MENTE.
Puede que detrás de tu depresión exista una personalidad a la que le falte atrevimiento, le falte dominio, le falta gestión emocional, una personalidad que se focaliza en lo que le falta, o que detrás de tu ansiedad, exista una personalidad hipersensible, hipervigilante, con un control excesivo o una necesidad de anticiparse a las cosas. Incluso que detrás de la envidia y los celos, exista una personalidad insatisfecha consigo misma, con miedo al abandono, con un gran vacío interior.
Ese, es el verdadero problema y lo que debe ser comprendido, en primer lugar.
No hace falta que analices y analices, dándole mil vueltas, sino que reconozcas lo que es…..
Un síntoma no te define, ni te definirá.
Mirarnos cara a cara, enfrentarnos a nosotros mismos y vernos tal como somos es francamente difícil.
Somos capaces de autoengañarnos y utilizar miles de argumentos para ocultar nuestros conflictos, nuestras contradicciones, nuestras incongruencias y desajustes internos, todo aquello que no queremos o nos duele admitir de nosotros mismos aun a riesgo de enfermar.
Nos mentimos y engañamos a nosotros mismos, acerca de nosotros mismos y acerca de todo lo que nos rodea. Autoengaño y justificación hasta que crear nuestra propia verdad, la que no duele pero que en el fondo, sabemos.
Como seres humanos estamos constituidos por una realidad física, una realidad mental y una realidad espiritual o anímica. La enfermedad puede manifestarse en cada una de estas tres realidades. Y en cada una de ellas, detectar precozmente el malestar, incrementa las posibilidades de recuperación y disminuye las posibles complicaciones.
Si buscas un cambio en tu pareja, en tu familia, en tus relaciones, en tu trabajo, en la organización, en la sociedad, en tu país, en tu mundo, empieza por ti, reconoce lo que no va bien y cámbialo.
NO QUERER SABER ES EL PEOR CAMINO QUE PUEDES ESCOGER.